Las palabras escritor, pintor o músico definen
distintas maneras de expresarse mediante el arte. El imaginario colectivo suele
reservarlas para unos pocos consagrados por la crítica y deja en manos de estos
pocos un inalcanzable talento exclusivo. Es posible una visión distinta, más
humana, más real. En el caso que nos ocupa, escritor es aquel que goza
expresando sus sensaciones por la palabra escrita. ¿Lo hace bien? ¿Lo hace mal?
Esa circunstancia no tiene nada que ver con su realidad.
Un taller de creatividad es un lugar donde se busca
que la persona valorice y reconozca sus propias imágenes, un lugar donde
aprende a respetar su visión del mundo y a contarse con palabras.
Las diversas técnicas son las herramientas para lograr
que el otro, el lector, pueda acceder aunque sea parcialmente a ese mundo
particular que la obra ofrece.
Aprender a leer es parte de la búsqueda de expresión. ¿Cómo
hicieron otros para contarse? La lectura de escritor es inquieta, ¿por qué lo
dijo de esta manera? ¿Qué dice este autor y cuánto agrego sin darme cuenta?
¿Cuándo reemplazo lo que dice por lo que me gustaría que dijera? ¿Por qué hay libros
que leo volando y otros se vuelven pesados?
En un taller de creatividad literaria se tiene la
oportunidad de aprender a escuchar a otros hablar sobre nuestros textos. En
esta devolución es imprescindible el respeto por la singularidad en la búsqueda
de cada uno, por devolverle al que escribe las imágenes que ha generado con sus
palabras.
El dichoso estilo que lleva a muchos a buscar
mecanismos seductores para atrapar al otro es una búsqueda estéril. La pregunta
es: ¿qué me está proponiendo con este libro?
Somos singulares por naturaleza y basta con ser fieles
a nuestro mundo interior para deslumbrar a quien lea. La técnica ayuda a dar
belleza, a ordenar, a encontrar el camino del arte en la comunicación.
Un taller de creatividad literaria es un lugar donde
uno puede expresarse con libertad y ser acompañado en su búsqueda. Donde cada
uno crece en su propia estética. Donde compartir lo que se escribe y descubrir,
ejercitando y corrigiendo, que el verdadero talento es poder contar nuestra
visión del mundo.
Julio Diaco
Acerca de Julio Diaco
Julio
Diaco se formó con Jorge Alvarez, Roberto Cossa, Ricardo Monti, Liliana Hecker
y en el Taller Integral de Escritores del Grupo Informal.
Sus
obras: Dolescenteado (para el el Grupo de Teatro Adolescente del Teatro San
Martín dirigido por Sergio Rosemblat), Integrar S.A. (coautor con Juan Carlos
Pumares), Adaptación para TV del cuento “El Cocodrilo” de Felisberto Hernández,
Historias Conjugadas (cuentos), Hombre o animal, decisión femenida (novela
breve), De chacras, tambo y glorietas (teatro más de 30 representaciones), El
Gran Funeral (colaboración con Héctor Alvarellos), De Mancebos y Traiciones
(representaciones en Santa Fe y Buenos Aires), Prioridades (cuentos y relatos),
Paseo a las Cavernas (cuentos y relatos), Heredarán los Muertos (novela).